jueves, 20 de diciembre de 2007

Destino: Antártida

Pienso que casi todo el mundo en algún momento de su vida ha fantaseado con viajes imposibles, perdidos. Algunos incluso toda su vida.

Este es un modelo de história relacionada con las esperanzas, las ideas, y los sueños. Intentaremos restarle sentimentalismo, que de eso ya satura bien la televisión.

Sín entender por qué nos vemos (algunos) empujados a la huida permanente. Iba a decir que nada tiene que ver con quien huye de sus problemas, de quien se esconde y solo consigue que éstos se acumulen...pero quizás con otros matices termine siendo lo mismo.

Evocar tantos años rincones perdidos, donde no haya llegado coca-cola, donde no se esté al corriente de las modas, de tantos productos de usar y tirar, de los que te inventan para tus supuestas necesidades (esas que prefieres no justificar), espacios lejanos a la gran mentira...debe tener su por qué.
Queda más que claro que somos seres alienados (no escribiré el autor del apelativo por si eso puede conseguir de alguna manera que no se me tache), el ritmo es de locura, y el sistema voraz. Es como las ruedas donde corren los hamsters jeje pobre animal, corre, corre. La diferencia entre el hamster y nosotros es que él no tiene esperanza, no la conoce, no la evoca. Así que diríamos que corre sín ser capaz si quiera de preguntarse el por qué. Se supone que nosotros sí debemos de ser capaces de concebirlo...y no deberíamos correr en esa rueda que nos han colocado en la jaula, porque tendríamos que ver que no lleva a nada.

Bueno, todavía es pronto en este blog para profundizar más en eso.

Pensar en lugares como la Antártida, personalmente, me abstrae de la rueda. Son muchos años, dentro de los pocos que cuento, evadiendo la cabeza, siempre que se puede, en rincones sín nadie, sín nada. En un principio alguna aldea de Galicia, desde algún tiempo hacia acá, la Antártida.
En la aldea imaginaba poca gente, anciana en su mayoría, a la que pegarse sin hacer ruido y tratar de ganar experiencias, absorver la sabiduría que les ha otorgado el correr de los años, la que no tengo. Algo así como tratar de correr antes de saber andar, ¿es hacer trampa, verdad? jeje supongo que si.
Hace un par de años la abstracción de lo cotidiano es la Antártida. Cambian algunos factores que podrían señalarse respecto de la aldea Gallega,.. podrían señalarse.


Frío, soledad, meses sín ver el sol, y nadie por ningún sitio (en la medida de lo posible)...un buen cambio, de choque, de esas experiencias que te renuevan.
Es una tontería, seguramente jamás viaje allí, pero es como muchas esperanzas, que es mejor mantenerlas vivas para seguir en la rueda.

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